Sunday, September 10, 2006

Mujeres. Perdón, caprichos

Bienvenidos una vez más. Aquí estoy otra vez con mis cuestiones trascendentales.

Hoy apuro mis primeros días de vacaciones, perdida ya toda esperanza de emplearlas en cosas útiles, por ejemplo, descansar (un,dos,tres,responda otra vez: descansar -descansar-, ir a la playa -iralaplaya-, tomar el sol -tomarelsol-, etc). Y esto por qué es? Pues por lo que yo llamo el don de la oportunidad (que mi querido Luís rebautiza como "el capricho de las mujeres", pongámosle).



Digamos que yo (por poner alguien a quien ya conocéis) quiero ir a algún sitio, o hacer algo concreto. Pongamos también que, como he sido una niña mala este año, he tenido que pasarme el verano apencando. Y pongamos además que sólo tengo unas 2 o 3 semanas de verano para "desperdiciarlas" en algo tan absurdo como descansar. ¿Qué pasaría si yo quiero utilizar ese tiempo en un lugar concreto, con alguien concreto y, sobre todo, en una fecha concreta y determinada? Pues nada, "adelante", pensaréis vosotros. Claro, eso es muy fácil. Pues una mierd*. Veamos el caso que a mi me gusta más. El de trabajo vs. estudios. ¿Tu trabajas? Yo no tengo nada que hacer. ¿Que tienes vacaciones? Vaya, pues yo ahora tengo que estudiar. AAAAAH amiguita!!! Pensaba yo... "tonta de mi, si me hubiera sacado todo en el curso, ahora podría estar donde quisiera". Pues otra m*erda. ¿Quién te lo garantiza? ¿El mago de Oz?. Y aquí viene la teoría del don de la oportunidad:

- Cuando quieres, no puedes; cuando puedes, el resto del universo no puede. Y cuando finalmente tú puedes, él puede y todos pueden, ya no tienes ganas de nada. Os pongo un ejemplo. Conozco una amiga que con 14 o 15 años tenía una amiga. Su madre le decía "niña, a las 23.00 en casa"- aun sabiendo que su hija berreaba por salir -" que ya tendrás edad para quedarte hasta más tarde". Ahora, su hija con 23 años puede salir hasta la hora que quiera, pero desde luego no tiene las ganas que tenía con 15 años, eso tenedlo muy claro. Las gamberradas que haces con 15 años no las puedes hacer con 23, porque ya tienes una reputación (entre otras cosas).


Y ahora viene la parte en la que yo explico lo del capricho (y procuro no dejar a Luis en mal lugar)

Vamos a ver, según el sabio (paso de repetir el nombre 500 veces), las mujeres (en concreto 2) somos caprichosas, porque lo que queremos lo queremos YA. Según él, cuando no puede ser, no puede ser. Y yo lo entiendo porque a Dios gracias, todavia tengo luces y, por desgracia, aún puedo ser realista. Pero no me parece que seamos caprichosas. Yo sé que él quiere decir que debemos aprender a esperar. Pero ahí, queridos/as míos/as viene otra vez lo mismo. Esperar, adaptarse, amoldarse... ¿para qué? A mi cada vez me parece más inutil e injusto. Inutil, porque no recibo la respuesta que espero. Injusto, porque aunque no sea esa respuesta que espero, al menos recibo alguna, pero no soy capaz de valorarla, y eso no es justo para la otra persona.

La semana que viene, más. A ver qué pensáis de la gente realista y de la que vive en un mundo de hadas.


Next week : "Cuando te matan la ilusión"